Té Negro Yunnan Gongfu: Una Invención de la Guerra que Redefinió la Historia del Té Chino
2024-05-08

Conocido en China como "Dian Hong", el té negro Yunnan Gongfu se erige como un sello distintivo de la excelencia del té negro de hoja grande. Reconocido por sus brotes dorados, su fragante complejidad y su sabor suave y con cuerpo, se ha ganado la admiración mundial. Sin embargo, a pesar de las antiguas tradiciones chinas en el té, este té es una incorporación relativamente reciente, ya que no surgió hasta finales de la década de 1930, durante uno de los capítulos más oscuros de la historia moderna.
Un Té Nacido de la Crisis
En 1938, en medio de la convulsión de la Segunda Guerra Mundial, muchas de las regiones tradicionales productoras de té de China, como las de Keemun y Lapsang Souchong, fueron ocupadas por las fuerzas invasoras japonesas. Esta ocupación provocó una importante interrupción en las exportaciones de té, ejerciendo una enorme presión sobre la economía del país, que dependía en gran medida del té para su comercio.

Para sortear esta crisis, la Compañía de Té Zhong Cha de China, perteneciente al gobierno nacionalista, envió un equipo de élite liderado por el experto en té Feng Shao Qiou a una frontera menos conocida: la provincia de Yunnan. Enclavada en el suroeste de China y fronteriza con Myanmar y Laos, Yunnan nunca antes había producido té negro, pero ofrecía un refugio seguro frente a los conflictos y una abundancia de árboles de té de hoja grande.
Tras una cuidadosa investigación, Feng eligió el condado de Fengqing como el lugar ideal. Aplicando el método de recolección de "un brote, dos hojas", típicamente reservado para tés de alta gama, emprendió un audaz experimento con las variedades autóctonas de hoja grande. Tras un exhaustivo proceso de prueba y refinamiento, Feng elaboró un té con un rico licor rojo, un aroma complejo y un sabor robusto. Era una mezcla revolucionaria, que compartía la profundidad de Assam y la elegancia de Keemun, diseñada bajo presión, pero destinada a convertirse en un clásico.
El té de Yunnan se globaliza
Más tarde, en 1938, se estableció una fábrica especializada en Yunnan para comercializar y ampliar la producción de este nuevo té negro. El gobierno desarrolló una ruta comercial a través de Vietnam y Myanmar, lo que posibilitó la exportación del té a mercados internacionales. En 1939, los primeros envíos, envasados en cestas de bambú, llegaron a Hong Kong. Desde allí, se rebautizaron en latas de aluminio y se enviaron al Reino Unido, donde causaron una gran impresión. El té se vendía a un precio sin precedentes de 800 peniques por libra, el precio más alto registrado para el té negro en aquel momento.

Un activo estratégico en el comercio en tiempos de guerra
El Gongfu de Yunnan cobró rápidamente relevancia como un valioso producto de exportación. Durante la Segunda Guerra Mundial, se intercambiaba por bienes esenciales y suministros militares. De hecho, se dice que una tonelada de este té negro equivalía a diez toneladas de acero, lo que demuestra su valor estratégico. En la década de 1950, gran parte se envió a la Unión Soviética y al Reino Unido, donde continuó teniendo una gran demanda.
Durante la recién formada República Popular China, las exportaciones de Dian Hong se controlaron cuidadosamente y se reservaron principalmente para el comercio exterior, lo que contribuyó a la recuperación del país tras la guerra. Durante décadas, los ciudadanos chinos tuvieron un acceso limitado a este té, ya que se consideraba un activo diplomático y económico.
Apertura: De la diplomacia al deleite cotidiano
No fue hasta la década de 1980 que el té negro de Yunnan se popularizó para el consumo interno. Desde entonces, su popularidad en China se ha disparado, permitiendo finalmente a los locales disfrutar de un té que antes estaba reservado para los mercados extranjeros. Hoy en día, es uno de los tés negros más preciados de China, reconocido tanto por su sabor como por su importancia histórica.
Un momento culminante en su trayectoria global se produjo en 1986, cuando la reina Isabel II visitó Kunming, la capital de Yunnan. Recibió ceremoniosamente un té Yunnan Gongfu de primera calidad, un gesto que simboliza su importancia tanto en la diplomacia como en la cultura.
Un legado perdurable

Desde su invención en tiempos de guerra hasta su estatus actual como un favorito mundial, el té negro Yunnan Gongfu es más que una simple bebida: es un símbolo de resiliencia, innovación y el rico legado de la elaboración del té chino. Ya sea que sea un conocedor del té o recién esté comenzando su viaje, Dian Hong ofrece un sabor de historia en cada taza.