Anji Bai Cha: Una joya excepcional en el mundo de los tés verdes
2024-06-28

Aunque el nombre "Té Blanco Anji" podría hacer creer que pertenece a la familia del té blanco, junto con clásicos como la Aguja de Plata y la Peonía Blanca, el Anji Bai Cha es, de hecho, un té verde y una de las variedades más preciadas de toda China. Su nombre, que se traduce literalmente como "Té Blanco Anji", refleja la apariencia pálida de la hoja, más que su clasificación.
Un misterio milenario renace
La primera mención de este té excepcional se remonta a la dinastía Song, cuando el emperador Song Hui Zong escribió el Tratado Daguan sobre el Té. En este texto poético, describió un té de otro mundo con hojas translúcidas, tan delicadas y luminosas que parecían jade. Durante siglos, la variedad que elogiaba pareció desaparecer, hasta que un descubrimiento fortuito a finales del siglo XX lo cambió todo.
En las colinas del condado de Anji, en la provincia de Zhejiang, los botánicos identificaron una antigua planta de té con hojas blancas que coincidían con la descripción milenaria del Emperador. Este árbol, considerado una reliquia genética, dio origen al moderno Anji Bai Cha.

La ciencia detrás de la belleza
Lo que distingue al Anji Bai Cha es el inusual color de sus hojas. A principios de la primavera, los tiernos brotes carecen de clorofila, lo que les da un tono cremoso, blanco amarillento. Esta mutación le da al té su engañoso nombre de "blanco". Una vez procesado, las hojas adquieren un tono jade pálido, mucho más claro que el verde intenso de otros tés verdes.
Y aunque su apariencia sugiera lo contrario, el Anji Bai Cha sigue el método de procesamiento tradicional del té verde. Esto significa que se cuece al vapor o en una sartén para detener la oxidación, conservando así su frescura, aroma y nutrientes.
Una temporada de cosecha muy breve
Uno de los factores que contribuye a su exclusividad es su breve período de cosecha, que suele ser a más tardar a mediados de abril. En el condado de Anji, solo una variedad produce las hojas blancas características que hacen único al Anji Bai Cha. Muchos tés más económicos del mercado suelen hacerse pasar por Anji Bai Cha, pero carecen de la misma genética de hoja blanca y, lo que es más importante, del mismo perfil de sabor.
Durante sus visitas de abastecimiento, nuestra fundadora, Victoria, suele destacar esta distinción mediante comparaciones directas de las hojas: el auténtico Anji Bai Cha brilla con un tono pálido, casi etéreo, mientras que las variedades verdes comunes son inconfundiblemente más oscuras.

Una delicada sinfonía de sabor
Lo que realmente distingue al Anji Bai Cha no es solo su aspecto, sino también su sabor. Cada sorbo ofrece una suave frescura vegetal seguida de una suave nota umami, que recuerda a un caldo salado. Este equilibrio entre ligereza y riqueza crea una experiencia refinada, lo que lo convierte en un té ideal tanto para bebedores ocasionales como para expertos.
La razón de este perfil sedoso reside en su composición: el Anji Bai Cha contiene hasta tres veces más aminoácidos que los tés verdes estándar. Estos aminoácidos no solo realzan el sabor, sino que también promueven un efecto calmante, lo que hace que este té sea sabroso y funcional.
Consejos de preparación para una taza perfecta
Gracias a su bajo amargor, el Anji Bai Cha es uno de los tés verdes más tolerantes a la infusión. Recomendamos prepararlo a 82-88 °C (180-190 °F) con agua de manantial o filtrada. Evite hervirlo o usar agua del grifo, ya que el cloro y el contenido mineral pueden atenuar sus sutiles matices.

Su naturaleza suave y delicada también lo convierte en una excelente opción para el cold brew, ofreciendo una experiencia refrescante y naturalmente dulce durante las estaciones más cálidas.
Conclusión: Una leyenda viva en tu taza
El Anji Bai Cha no es solo una exquisitez de temporada; es un té con una historia real, una maravilla científica y un deleite sensorial, todo en uno. Desde su redescubrimiento hasta hoy, sigue siendo una joya de la corona entre los tés verdes chinos: sutil, con historia y profundamente satisfactorio.